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miércoles, 28 de septiembre de 2011

El Papa quiere despojarse de su riqueza: ¡coño, habernos tirado algo cuando vino!

Gilipollas 1765


Propuso cambios tan radicales que habrá quien piense que es un clon 

Friburgo, Alemania. — Benedicto XVI se ha vuelto tó loco. Este es el resumen, grosso modo, del duro discurso que soltó el domingo ante grupos de católicos alemanes. En vez de echarles el rapapolvo a los pecadores, sean de los que le escuchan compungidos o de los que tenían la desgracia de pasar por allí, aprovechó la reunión de clérigos para hacer autocrítica. Porque cada vez más cristianos abandonan la iglesia (no sabemos si lo demostró con gráficos y powerpoints o si una vez más nos fiamos de su infalibilidad), y esto no puede ser: «Es necesario un cambio.» Solo esta frase es para que te vuelva la fe. Entra Jesucristo en la sala en ese momento y convierte un vaso de agua en Chivas, y no es más milagroso que un papa de Roma diciendo que es necesario un cambio. Hasta Juan Pablo II dio un respingo en la tumba.


Dijo Benedicto que la Iglesia «debe de nuevo separarse de todo lo mundano», porque «liberada de su peso material o político» puede realizar mejor su labor caritativa «y vivir de manera más libre su llamada al ministerio de la adoración a Dios y al servicio del prójimo». Bien; lo de renunciar al poder, bien que inusitado, parecerá fácil. Renunciar a los bienes materiales es lo que tiene truco. Porque, ¿dónde metes todos esos bienes? Piénsenlo bien, amigos: si tiramos todo esto por la borda, el barco sale volando. Si todo el PIB del Vaticano revierte en Italia, pueden pasar de la segunda B de Europa a cockslapear a Ángela Merkel. Imaginen a un crápula como Berlusconi, con las farras que se pega en plena crisis, y lo que sería con las arcas rebosantes de oro vaticano. Es capaz de gastárselo todo en la macrofiesta definitiva, con piscina de coca y diez mamachichos por asistente, y dejar el país convertido en la versión en forma de bota de Colega, dónde está mi coche.
No; será necesario un reparto equitativo para que no dé bandazos la balanza. Y eso puede llevar su tiempo. De momento, nos pedimos el papamóvil. Hace tiempo que Juanmi, nuestro hombre de logística, pide una furgoneta de reparto nueva. 
INFO:http://www.eljueves.es/

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